1º En cualquier situación confían en que obtendrán el mejor resultado posible.
Esto es porque conocen que solo poniendo el foco en el resultado deseado podrán acceder a todos sus recursos emocionales para conseguirlo, no desperdician ni un gramo de su energía en visualizar algo que no desean.
2º Esperan lo mejor de ellos mismos.
Tienen fe en sus capacidades. Un deportista de élite ha convertido el enorme trabajo que debe hacer cada día para estar en la cumbre en un desafío, de esta forma acceden a la motivación necesaria para alcanzar su mejor versión, aun cuando, la cantidad enorme de energía y trabajo que hay que hacer para llegar ahí es algo que desmoralizaría a cualquier simple mortal, veamos el caso de Michael Phelps y sus inhumanos entrenamientos en el el video de promoción de underarmour. Phelps es capaz de hacer todo esto porque tiene la certeza de que puede conseguir su sueño de ser medallista olímpico.
3º No tienen miedo a fallar.
Los deportistas de élite saben que la única manera de mejorar es cometiendo errores que les harán adquirir el aprendizaje necesario para convertirse en mejores jugadores. Recordemos la frase de Michael Jordan
He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido más de 300 partidos. En 26 ocasiones me confiaron el tiro ganador y fallé. He fallado una y otra y otra vez en mi vida. Y es por eso que he tenido éxito
4º Tienen una incuestionable ética de trabajo.
El ejemplo más claro es de trabajar duro es Kobe Bryant, en cierta ocasión el preparador físico de Kobe recibió una llamada que le despertó eran las 3:30 de la madrugada y al otro lado del teléfono estaba Kobe Bryant que le dijo que necesitaba su ayuda pues estaba haciendo trabajo de “acondicionamiento” cuando el preparador físico llego al gimnasio a las 4:30 de la mañana encontró a Kobe completamente mojado de sudor parecía salido de una piscina. Y solo eran las 4:30 de la madrugada.
5º Cuando toman una decisión no vuelven a mirar hacia atrás. Ejecutan. Los deportistas de elite hacen que las cosas sucedan, a veces cosas inimaginables, recuerden que en la Vuelta a España de ciclismo en el año 2012 el líder Joaquim Purito Rodriguez era el hombre más fuerte de la Vuelta, pero en esa carrera estaba Alberto Contador que atacó en la épica etapa de Fuente dé un lugar donde nadie pensaba que se pudiera ganar tiempo, no obstante pese a la sorpresa de los jefes de equipo y la falta de fé generalizada en aquel ataque, Alberto atacó y no volvió a mirar atrás, el resultado es que gracias a su valentía consiguió ganar la vuelta en aquel año.
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