Recuerdo perfectamente, de niño haber tenido la siguiente conversación con mi abuelo, al comprender que la carne que comemos cada día proviene de los animales,
-Estoy triste porque mueren los animales
A lo que mi abuelo contestaba:
-Es necesario para que podamos vivir, es para comer...
Pero, ¿Qué pasaría si las necesarias proteínas que necesitamos ingerir no provinieran de la muerte de ningún ser vivo? ¿Y si la leche no proviniera de la estabulación de las vacas? ¿y si el marisco no tuviera que ser pescado y no fuera de origen “animal”? Yo por mi parte lo tengo claro, compraría siempre la opción de menor sufrimiento para los animales.
Pues bien, ya existen proyectos que motivados por estas mismas razones están dando soluciones innovadoras como es el caso de “Memphis meat” www.memphismeat.com que cultiva en laboratorio células madre de cerdo que alimentan con una solución mezcla de glúcidos y minerales y que un par de semanas después hacen que se desarrollen como células musculares. El proyecto aun está en una fase muy inicial y esto hace que su producto sea muy caro, pero según se vaya desarrollando la tecnología, las economías de escala conseguirán que la producción sea cada vez más barata.
Yo por mi parte lo tengo claro, compraría siempre la opción de menor sufrimiento para los animales.
Muufri www.muufri.com liderado por un par de veganos a los que les encanta el queso, los helados y en definitiva todos los productos lácteos. El proceso de producción de Muufri es muy sencillo insertar ADN del ganado en células de levadura, cultivar estas levaduras a una temperatura controlada y recolectar las proteínas de leche que producirán después de un par de días. Es un proceso parecido al utilizado para producir insulina y otros medicamentos. Posteriormente estas proteínas se mezclaran con minerales como calcio, potasio, etc... Hasta tener la consistencia de la leche de vaca.
Otro proyecto muy interesante es New wave foods www.newwavefoods.com que motivados por la lucha contra el cambio climático (las gambas producen 10 veces mas dióxido de carbono que el ganado) y el trabajo de explotación (En Tailandia la industria de la gamba es producto de la denominada mano de obra “esclava”) han creado un sustituto de la gamba proveniente del cultivo del proteínas de plantas y algas que tienen un sabor y textura muy parecido a estas una vez tratado.
Quizá estos proyectos sean una utopía pero son una muestra de que siempre existe una alternativa para cualquier tipo de problema, una alternativa más humana, más respetuosa con el medio y que mejora la vida de todas las especies en más de un solo aspecto. Por eso no debemos aceptar nada en ningún area de nuestra vida como algo que “es así” pues gracias a innovadores como estos investigadores quizás ya nunca más “sea así”.
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